¿Quién inventó la máquina de coser?

A priori, saber quién inventó la máquina de coser parece una pregunta fácil, sin embargo, los avances en la costura durante la revolución industrial, fueron una sucesión de pequeños inventos y patentes. Desde 1790 hasta 1850, la sucesión de patentes fracasadas e inventos disputados, hicieron de esta pregunta un galimatías imposible.

Quién inventó la máquina de coser: ¡Un montón de inventores!

No existe un quién inventó la máquina de coser, sino que es más bien como en los chistes: Van un alemán, un americano y un francés y …¡Crean una patente!.

Lo cierto es que no se le puede atribuir a ninguno de ellos de forma concreta. Se trata de una sucesión de pequeños inventos y patentes que nos llevarán hasta el modelo clásico de máquina de coser, desde la invención de la aguja, hasta el modelo más comercial e internacional de la Singer en 1850.

La Singer, el primer invento de máquina de coser comercial

Desde el año 1970, en el que el alemán Charles Weisenthal, patentaría la primera aguja (para una máquina, a priori, inexistente) hasta 1850, año en el que Isaac Singer comercializaría con éxito la máquina de coser, hubo múltiples patentes y pequeños aportes a lo que hoy en día consideramos el invento de la máquina de coser propiamente dicha.

Fueron años de muchas patentes y con poco o ningún éxito, si bien podemos hablar de conceptos que con los años llevarían a otros inventores a patentar máquinas de relativa funcionalidad.

La primera descripción de una máquina de coser completa la realizaría Thomas Saint en 1790. En su patente se describe cómo un punzón agujereaba el cuero y una aguja travesaba el agujero.

Otra patente, como la francesa de Thomas Stone y James Henderson de 1804, es la primera en hablar de una máquina de coser capaz de imitar la costura manual. El mismo año Scott John Duncan obtiene otra patente sobre una máquina de coser con múltiples agujas, pero todas fracasan.

Walter Hunt, quien inventó la primera máquina de coser de cierto éxito

Si bien Hunt fue quien inventó la máquina de coser americana que por primera vez tubo cierto éxito, su elevado grado de moralidad no le permitió patentarla, pues creía que su invento destruiría muchos puestos de trabajo. La clave de su máquina de coser consistía en que ésta lo hacía en líneas rectas.

Elias Howe, el primer éxito con patente

Sería Elias Howe, otro estadunidense el primero en patentar una máquina de coser con éxito en el año 1846. En su modelo, se utilizaba el hilo de dos fuentes: la aguja poseía un ojo en el punto y por primera vez se creaba un lazo en el otro lado y una lanzadera en una pista deslizaba el segundo hilo a través del bucle crenado la puntada en cierre.

Pese al avance, no pudo defender su patente y comercializarla hasta más adelante.

Isaac Singer trabaja para Howe

Tras la colaboración de Isaac Singer con Howe, este inventaría la guja recta y el movimiento de las máquinas de coser tal y como las conocemos hoy, arriba y abajo, en 1850. Pero su máquina de coser se apoyaba en la patente de Howe, por quien fue demandado y motivo por el que tuvo que pagar derechos de patente al comercializar su máquina de coser.

La guerra de patentes estaba servida, acudiendo varias veces a los tribunales hasta la muerte de Howe en 1867, momento en el que la patente se terminó y Singer se hizo con el mercado internacional gracias a una estrategia comercial que permitía el pago a plazos.

Las máquinas de coser de Singer llegan hasta Madrid

Pero no podemos concebir la primera máquina de coser sin la barra móvil de Wilson. Gracias a la bobina central y su posterior barra móvil, la costura se volvió más mecánica y veloz. A además, de esta forma se crearon estas maravillosas mesas de hierro forjado que inundan hoy el imaginario común sobre las primeras máquinas de coser caseras y a pedales tan presentes en Madrid.